Un padre para sus hijos.
Cuando Connor McNair vio que su mejor amigo se casaba con Jill Darling, la mujer de quien se había enamorado, pensó que la vida no le daría una segunda oportunidad. Pero años más tarde Jill había tenido dos hijos, se había divorciado y, cuando él vio de nuevo su sonrisa, empezó a soñar con la paternidad y el amor.
Por el bien del bebé
Sara era espontánea, pero casarse con un hombre prácticamente desconocido era lo más arriesgado que había hecho nunca. Sin embargo, no tenía otra opción; la única forma de adoptar a su sobrina era acceder a un matrimonio con el soldado Jake Martin, el padre de la niña.