Esta obra tiene el mérito de que los distintos textos que la componen, pese a no compartir el mismo método sí lo hacen en lo referente al objeto, comunicando la preocupación de que en buena parte del mundo existe hoy un enorme desencanto democrático, lo que lleva a diversos actores a desplegar acciones colectivas de tipo contencioso, o a emprender movilizaciones de protesta contra el orden existente.
Muchas de esas acciones se desarrollan teniendo como referencia la democracia realmente existente en relación muy estrecha con los intereses del neoliberalismo. Acciones colectivas que intentan colaborar en la construcción de algún tipo de democracia posible que sea mejor de lo que hoy tenemos. Una posible clave analítica para consultar este libro, que podría ayudar a reforzar su visión de conjunto, es que todos los textos muestran una cierta forma de resistencia frente a un modelo hegemónico, ya sea político, económico o cultural.
No obstante, cabe puntualizar que esas formas de resistencia no siempre son exclusivamente colectivas, y aquí encontramos una confluencia entre algunos de los textos del libro. Es decir, los movimientos sociales son algo más que sólo episodios de protesta o conflictos con los poderes públicos, en ocasiones representan espacios de experiencia para las personas, adoptando planteamientos performativos y prefigurativos del activismo.