Leer los cuentos de Octavio Escobar es entrar a un territorio fantástico donde todo se parece al mundo real. Los personajes hablan como la gente de hoy y viven situaciones que contienen la marca indeleble de nuestra época. Tal vez esta sea una clave para entender las razones del encanto que producen sus historias. Parecen tan reales como lo que vemos en los sueños profundos de los que nunca quisiéramos despertar y, cuando abrimos los ojos, queda en el alma la sensación de haber vivido intensamente la vida de los otros.