Porque la amistad es más acción que lazo
Cuando he roto amistades no ha sido porque haya dejado de querer, de amar, de sentirme ligada, sino porque ya no había una acción que permitiera el lazo. No son pocas las ocasiones en las que me odio por ello. Odio el no quererte como amiga, odio la tibieza de nuestros encuentros después de la calidez que siempre los había rodeado. Odio que la disidencia haya aparecido y que el orden y la norma lo impregnen todo. Odio sentir que te debo algo simplemente porque existe un lazo afectivo. También lo hubo con quien me maltrató y con quien hizo de mi casa un infierno.