Los juguetes malos de Sid, en cambio, desde la aceptación de su propia imperfección, habiendo realizado el duelo por los ideales omnipotentes, son solidarios. En seguida se abocan a la tarea de reparar el brazo de Buzz. En otras palabras, el rechazo de la agresión es escisión y, como tal, conduce a la paranoia. La integración, en cambio, permite, como por ejemplo en el caso del cirujano, utilizar la agresión con fines positivos como la reparación.