Hotel imperial es un volumen de cuentos extremos, con anécdotas libres e invariablemente oscuras, sostenidas por una narrativa de alta tensión en la que confluyen personajes y espacios exactos e intensos. Una narrativa llena de garra, que dialoga de modo incesante con la tradición literaria. Un poliedro infinito para el intérprete, en el que la obra, rápida y fragmentaria, se mueve de los registros de angustia a los registros lúdicos y crueles del mundo contemporáneo.