»Debe ser hermoso ser mayor, Marilla, cuando es tan lindo sólo que te traten como si lo fueras.
—No lo sé —dijo Marilla con un suspiro.
—Bueno, de todas maneras, cuando sea mayor —dijo Ana, decidida—, siempre hablaré a los pequeños como si fueran mayores y no me reiré de ellos si emplean palabras largas.