Ustedes, amigos míos, son las primeras personas, después de mis padres, que no me han tenido miedo. Por encima de todo he estado deseando poder hablar con alguien antes de morir y gracias a ustedes he podido ver realizado este deseo. Desde ahora en adelante, cuando me sienta solo, pensaré en ustedes y será para mí un gran consuelo saber que en algún sitio del mundo tengo unos amigos.