El autor, bioquímico de profesión, se acerca al problema de la dignidad que debe reconocérsele al embrión humano en sus primeras etapas de desarrollo desde la Biología molecular, utilizando la Filosofía procesual, como instrumento intelectual, para intentar comprender esa entidad original que debe construirse a lo largo de la vida: la persona humana. La presente obra, que comienza con una amplia reflexión filosófica sobre la vida, nos abre a una nueva perspectiva de la realidad del embrión, valorando la cultura de la vida frente a la imperante cultura de la muerte.