El narrador de este libro se ha quedado oportunamente soltero. Vive muy tranquilo con la herencia que le dejó su exconcubina, en sus grandes ratos libres escribe poesía y gracias a sus contactos tiene el camino libre para obtener un curul en la Cámara de Diputados. Un mal día se enamora de Dorothy: una aeromoza estadounidense cuya voz nunca escuchamos, pero tememos por ella como si de nuestra amiga o nuestra madre se tratara, pues en este epistolario, la escritura sucia, cruda, molestamente real de Francisco Hinojosa habla a través de aquel falso poeta como hablan los peores sinvergüenzas del país: aquellos hombres que piensan que las mujeres son suyas; que violentan sin culpa ni cuidado porque viven los privilegios de un país impune, y que perciben los puestos del gobierno como simples pasatiempos.