«No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada. Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama padre o madre más que a mí, no es digno de mí; y el
que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. El que hallare su vida, la perderá y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará».