Lori Love siempre había deseado salir de Tumble Creek, pero diez años atrás había heredado el taller de su padre y se había quedado en el pequeño pueblo. Ahora, según su amiga Molly, lo que necesitaba era algo excitante, preferentemente en forma de ardiente aventura, sin ataduras y con sexo a raudales.
Lo único que Quinn Jennings tenía en la cabeza eran edificios, nada relacionado con el romanticismo o con el amor. A aquel arquitecto tan serio le encantó descubrir que Lori estaba dispuesta a saltarse el protocolo de las citas y a meterse directamente en la cama. Y ayudado por los tórridos libros que encontró en la mesilla de Lori, se encargó de satisfacer las fantasías más salvajes de ambos. Pero cuando la vida en Tumble Creek dio un peligroso giro para Lori, Quinn descubrió que ella le importaba mucho más de lo que imaginaba…