“La felicidad es una construcción. Partir de este principio significa que la felicidad, en la medida en que no nos es regalada, es accesible a todos por poco que nos esforcemos en lograrla, adoptando la filosofía y los comportamientos adecuados. Es en este sentido que la felicidad se aprende y se construye. Se requiere un mínimo aprendizaje, y también algún esfuerzo, pero puede alcanzarse con cierta facilidad. Si no consideramos la desgracia una fatalidad, la felicidad puede llegar a ser una verdadera oportunidad. Está en vuestras manos alcanzarla.” Dra. Camille Levy.