Nat Masterman era un ranchero fuerte y solitario que no sabía ni lo más mínimo sobre niños. Sin embargo, se acababa de convertir en el único responsable de dos gemelos de ocho meses y tenía que ir a Londres a buscarlos.
Prue deseaba no haberle dicho nunca a su familia que iba a llevar a un guapísimo australiano a la boda de su hermana. ¡Tal hombre no existía! Al menos eso era lo que ella creía hasta que conoció a Nat… y decidieron ir a Londres juntos.