En el sureste mexicano, con más precisión, en Yucatán, la bicicleta ha sido y es un elemento esencial en su evolución socio urbana, ya que a partir de su arribo a finales del siglo XIX y durante muchas décadas siglo del XX, fue un objeto de movilidad básico en una sociedad que se transformó, de una eminentemente rural a una preponderantemente urbana.
Esta es una crónica de la bicicleta en el contexto socioeconómico de Yucatán, pero también del ciclismo como actividad competitiva durante ocho décadas -desde la llegada del velocípedo en 1876 hasta el final de la llamada época dorada del ciclismo en México (1948–1961)-, período en el cual el pedaleo sobre ruedas fue el principal deporte de masas y durante el cual las bicicletas aumentaron considerablemente en la capital yucateca.
La historia del ciclismo yucateco está hecha también de esos parias que corrieron en condiciones adversas, de aquellos que a golpe de rueda llegaban destruidos a la meta. A ellos solo se les premia con el recuerdo de unos pocos que admiramos su rastro de coraje.