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Irene Solà

Te di ojos y miraste las tinieblas

  • Cristinahas quotedlast year
    Pero a la vieja, que dormía como una fruta podrida caída del árbol, sobre todo la vigilaba. Porque Margarida quería estar ahí cuando Bernadeta se muriera. Quería verlo. Quería ver cómo se le negaban la salvación y la gracia divina por haber andado tantas veces con el diablo.
  • Berenice Torreshas quotedlast year
    Lo entendió. Comprendió que todo tiene su precio. Y que el precio siempre es demasiado caro.
  • Mitzi Camposhas quotedlast year
    Había nacido, como todas las cosas que nacen. Pero Marta no se había muerto. Todavía. Como todas las cosas que mueren
  • IA zatoshas quoted5 months ago
    Le gustaban los dichos del amo. «Mujer peluda, al diablo ayuda», «Cuando el demonio no puede, manda a la mujer», «Cuando el diablo duda, a la mujer pregunta», «Donde no hay mujeres las lleva el diablo».
  • Lou Lamagahas quotedlast year
    Pero entonces Margarida lo entendió. Con el corazón en un puño. La cama de sus hijos estaba vacía y las mantas, frías, y Margarida lo entendió. Sabía que, por culpa del pacto que Joana había hecho y deshecho con el diablo, a ella le faltaba un cuarto de corazón y a Blanca le faltaba la lengua. Que aquella hermana suya amarillenta que se llamaba Esperança había nacido sin hígado. Al heredero le había faltado el agujero del culo. A Esteve, una oreja, a Guilla, el nombre, a Àngela, el dolor, a Martí el Coix, medio palmo de una pierna, y a Bernadeta, las pestañas, y después entendería que a
  • la Monse que leehas quoted16 hours ago
    El demonio aceptó el trato. El alma de Joana a cambio de casarla.
  • la Monse que leehas quoted16 hours ago
    Uno no te hace caso, ¿por qué no se lo pides al Otro?». Joana contestó con un hilo de voz que no sabía cómo se le pedía nada al Otro. La Garreta se ofreció. Dijo que, si Joana quería, ella se lo explicaba. Dijo que si solo pedía una cosa era mejor ir sola, de madrugada. Tenía que matar un gato. Ni muy grande ni muy pequeño. Mediano. Meterle un haba en cada ojo, un haba en la boca y un haba por el agujero del culo. Y lo tenía que enterrar y dibujar una cruz en el montoncito, y encima de la cruz, orinar. Entonces vendría el demonio y le podría pedir lo que quisiera.
  • la Monse que leehas quoted16 hours ago
    Joana, que perspiraba y jadeaba siguiendo los pasos del novio, pensó que ella lo esperaba. ¡Lo esperaba! ¡Lo esperaba en ascuas! Porque Joana había pedido un hombre de todas las formas que se puede pedir un hombre. Y no llegaba. Se lo había pedido a Dios y a la Virgen y a san Antonio, pero no le hacían caso.
  • la Monse que leehas quoted16 hours ago
    La madre de Bernadí enfermó después de que los lobos devoraran a sus otros cuatro hijos igual que si fueran pollos. Se hinchó. Primero los pies, morados. Después las rodillas, negras. Luego el vientre, cual pájaro que se ha caído del nido. Y se murió. Y cuando las fieras, como si supieran algo de afrentas y agravios, la desenterraron de la sepultura y le comieron la cara y las manos, Bernadí y su padre, que se habían quedado solos, exclamaron, ¡hasta aquí hemos llegado! Y empezaron una guerra.
  • aracelirubiostarhas quoted7 days ago
    Joana cayó en la cuenta. Lo entendió. Comprendió que todo tiene su precio. Y que el precio siempre es demasiado caro.
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