En un mundo volátil y desafiante, la transición global hacia un sistema energético que minimice las emisiones de gases de efecto invernadero constituye una de las principales herramientas para acotar el calentamiento global −cuyo avance constituye un serio riesgo a los ecosistemas, a la vida humana y a las actividades económicas que le dan sustento−.
En ese marco, Argentina debe definir una estrategia propia de transición energética consistente con los objetivos globales, pero acorde a la dotación de recursos, necesidades y prioridades del país; una estrategia que se traduzca en una adecuada planificación de las necesidades y posibilidades de abastecimiento energético del país en equilibrio con el cuidado del medio ambiente.
Sin embargo, no existe aún una visión consistente sobre cómo Argentina debe enfrentar este desafío y día a día surgen preguntas nuevas: ¿Qué hacer con la producción no convencional de Vaca Muerta? ¿Debe promocionarse la exploración off shore? ¿Qué hacer con los biocombustibles y los vehículos con motor a combustión interna? ¿Tenemos que construir infraestructura para exportar gas natural masivamente al mundo? ¿Hay que acelerar la electrificación de nuestro consumo energético? Son algunos de los interrogantes que no tienen una respuesta única.
A partir de entrevistas, este trabajo refleja la visión que tienen algunos referentes del sistema energético local −empresarios, académicos, consultores, miembros de ONG, funcionarios y ex funcionarios del área, dirigentes políticos− sobre la transición energética global y las oportunidades y amenazas que abre para la Argentina. En un conjunto de coincidencias y matices, se identifican diez puntos centrales que, sin duda, formarán parte de la discusión pública en torno a nuestra estrategia de transición.