Cuando se habla de las transformaciones sociales, económicas y culturales de la revolución digital solemos tener que elegir entre planteamientos utópicos (excesivamente ingenuos y faltos de profundidad) y planteamientos distópicos (excesivamente pesimistas y cerrados a toda novedad).
En este ensayo-propuesta de acción, los autores proponen una vía intermedia, con la que la izquierda y el progresismo pueda guiarse para adaptarse al revolución digital sin ilusiones vanas en las áreas fundamentales de nuestra vida social: cómo consumimos, cómo trabajamos, cómo nos comunicamos, cómo nos gobernamos.