La polémica sobre las corridas de toros es parte de la historia sociocultural de la España moderna y contemporánea. Por eso se hace imprescindible un libro concebido como este, porque trata de esclarecer los entresijos sociales y, por tanto, políticos y culturales del mundo del toreo en cada época. Solo así cabe abordar un debate con conocimientos precisos. Es la tarea que realizó Adrian Shubert en 1999 —y que ahora recuperamos— con un giro metodológico que reorientó la investigación histórica gracias a un estudio exhaustivo de archivos y documentos para establecer los inicios y evolución de uno de los primeros espectáculos populares del mundo occidental. Todos los capítulos de su trabajo son novedosos. Desmonta el mito de que la afición a los toros procede de tiempos medievales y demuestra que el toreo moderno fue el precursor de la industria del ocio de masas desde que Francisco Romero, torero nacido en 1700, alcanzara una fama y una riqueza sin precedentes. Porque la relación entre el ocio y el negocio, innegable hoy día, supuso en el siglo XVIII una auténtica novedad. De igual modo, da luz a episodios inéditos o poco divulgados de los anales del toreo, como su utilización con fines políticos, el diferente comportamiento del público en las gradas —en según qué épocas— o los encendidos debates, que a favor o en contra de su existencia, se suscitaron a lo largo de la historia, y lo hacen todavía, lo mismo que la aparición de las mujeres en el ruedo.