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James Dashner

Correr o morir

  • María Paz Molinashas quoted6 years ago
    —Nuevito —dijo Minho—, si piensas que fuiste valiente al venir acá, vas a tener que escucharme. Eres el garlopo más miertero que conozco.
  • Marlene Pérezhas quotedlast year
    –Ya lo sé, la parte que más me gustó fue cuando te ofreciste para morir.
  • naialuz045has quoted5 months ago
    Parece un miertero asustado.

    –Tú eres el miertero, shank.
  • Marlene Pérezhas quotedlast year
    –Las paredes, shank. Las Puertas. Hoy no se cerraron.
  • Marlene Pérezhas quotedlast year
    Por fin, pensó, algo salió bien

    .

  • Yose Linhas quoted14 days ago
    elevador en movimiento, lo único que Thomas logra recordar es su nombre. No sabe quién es. Tampoco hacia dónde va. Pero no está solo: cuando la caja llega a su destino, las puertas se abren y se ve rodeado por un grupo de jóvenes. “Bienvenido al Área, Novicio.”

    El Área. Un espacio
  • Sarita Rhas quoted23 days ago
    Tenía brazos musculosos con las venas muy marcadas.
  • Sarita Rhas quoted23 days ago
    chico alto, de pelo rubio y mandíbula cuadrada se acercó a él con rostro inexpresivo
  • Febe Aguilarhas quotedlast month
    De repente, Minho tropezó y se desplomó. No iban a lograrlo. El tiempo se había acabado. Era el fin.

    Escuchó unos gritos de Newt a sus espaldas.

    –¡Tommy, no lo hagas! ¡Ni se te ocurra, cabrón!
  • Febe Aguilarhas quotedlast month
    –Él no quiere decirlo –exclamó el niño–, así que yo lo haré. Que ellos no hayan regresado significa que han muerto. Minho es demasiado inteligente como para perderse. Es imposible. Están muertos.

    Newt no abrió la boca. Chuck dio media vuelta y se dirigió a la Finca, con la cabeza baja. ¿Muertos?, pensó. La situación era tan grave que no sabía cómo reaccionar. Sentía un vacío en el corazón.

    –El chico tiene razón –observó Newt con solemnidad–. Es por eso que no debemos salir. No podemos darnos el lujo de empeorar las cosas más de lo que están.

    Puso la mano en el hombro del novato y luego la dejó caer hacia su cuerpo. Tenía los ojos humedecidos y Thomas estaba seguro de que, a pesar de su memoria borrosa, nunca había visto a nadie tan triste.
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