Dos reinos oscuros

sperar: Billy está regresando con las lámparas y el agua caliente. Meten al perro en el lavabo y Mirabella busca el jabón.

—Menos mal que Jane y la señora Chatworth ya se han acostado. Se hubieran vuelto

s cuándo les vas a contar lo tuyo con Arsinoe? Que ella no se irá a ningún lado. Y que no te dejarás casar con ninguna otra persona.

CONTINENTE

Mirabella bebe el té y la mirada se le escapa hacia el reloj. Ya es de noche y Arsinoe todavía no regresó de visitar a Joseph en el cementerio. La señora Chatworth ya empezó a mover el pie y la hermana de Billy, Jane, arque

vivamiento también. Tú misma eres una señal. Demasiadas señales para ign

rosa de lo que recordaba —dice Luca—. Y una vez que llegue el invierno, seguro será más frío de lo que recuerdo.

—¿Pero no tan ventosa como Rolanth, seguramente, con su templo a la intemperie y la

do si no estará por lanzarle un cuchillo por la cabeza.

a. Pero sí la más apropiada para esconder a una.

Jules resopla.

—No soy ninguna reina. Mira esto, todo castaño, y esto —se señala el pelo corto y los ojos

el continente significa obedecer. Si hay una palabra en el mundo que la subleva,

luso mientras recita el pasaje de las armas: puestas las grebas, armada con cuchill

a vara. Flexiona los dedos y se acomoda el pelo detrás de la oreja. Se lo cortó demasiado y ahora no logra atarlo. No le gusta. A Camden tampoco. La ga