Cuando le pedimos a una directora general que nos contara los momentos más apasionantes de su infancia, se refirió a las agradables y excitantes expediciones que realizaba en Escocia cuando aún era una niña. Un día, decidió salir con un amigo en busca de ranas. Se pasaron el día entero levantando todas las piedras que encontraban y paseando de charco en charco sin hallar una sola. Pero antes del anochecer, al fin, encontraron una. Fue un éxito rotundo. El propósito que más tarde anotó —«¡Encontrar ranas siempre!»— es perfecto para su actual puesto de trabajo como vicepresidenta de I+D de su empresa.