Nacho sale con una mujer mayor, pero, como no tardamos en advertir, ella no sale con él. Un padre le cuenta al hijo el cuento de una época en que amaba a su madre. Una familia invita a un vagabundo a la cena de Navidad y el vagabundo les revela una historia sorprendente. Juan lleva a su hermano por primera vez a pescar para saber si puede distraerlo de su dolorosa vida: y lo consigue. Y hay más.
Dice Luciano Lamberti: «Este es un libro sobre parejas destrozadas, sobre gente solitaria y sobre la épica ordinaria de nuestra generación perdida. Un libro de recortes arbitrarios sobre vidas triviales que nos llevan de la mano hasta el borde del abismo: podemos ver las rajaduras en las paredes, sentir el temblor bajo los pies.
Sus personajes tratan de soportar ese estado de tensión subterránea donde todo parece a punto de venirse abajo. Atrapados en esas identidades ficticias, atraviesan crisis secretas, de disolución más que de aprendizaje. En la comedia negra en la que viven, un detalle alumbrado con la prosa nítida, transparente y a la vez poética de Bitar sirve para cuestionarlo todo. Puede ser una gotera del tanque de agua, el desodorante que usan los mozos de un bar costeño para perfumarse o una campera de cuerina verde… Bitar recorta escenas de la vida conyugal contemporánea y santafesina para mostrarnos el amable vacío de toda experiencia, en cualquier lugar, en cualquier tiempo».