El entorno: cómo te relacionas con todo lo que te rodea, tanto física como mentalmente. Se trata de factores externos: tu casa, tu zona, tu barrio, tu espacio, tu lugar de trabajo, etc. Responde a «dónde» y «cuándo».
El comportamiento: es decir, cómo actúas, qué es lo que haces. En realidad, son las reacciones que se realizan según el entorno. Responde al «qué».
Las capacidades: esto tiene que ver con el modo en que haces las cosas, de qué manera actúas en las situaciones correspondientes. En cierto modo, son quienes orientan la forma de aprendizaje. Responde al «cómo».
Las creencias y criterios: nos movemos aguijoneados por nuestras creencias. No olvidemos lo que hablábamos en la introducción: crecemos formándonos en un mundo que nos bombardea con formas de pensar y de actuar, que nos indica cómo debemos inhibirnos —consciente o inconscientemente— para integrarnos en la sociedad, aquella que nos condiciona en nuestros deseos, comunicaciones y relaciones. Muchas de estas creencias son impuestas, de forma externa a nosotros, por quienes nos rodearon mientras crecíamos.