La crudeza y la velocidad del estilo de vida actual arrastran al protagonista sin que pueda evitarlo, atrapado entre las historias de suicidios fallidos de sus pacientes y una relación amorosa marcada por la inconformidad y el hastío producido por los sueños que nunca fueron alcanzados.
En esta novela, Claudio Naranjo Vila apuesta por una escritura breve y concisa; solo a través de pequeñas viñetas le permite al lector asomarse a la vida de sus personajes, formada por episodios que en principio parecen aislados, pero alrededor de los cuales se dibuja un hilo conductor.
Esta brevedad sugerente viene acompañada de una reivindicación de lo coloquial. Autor y narrador se despojan de rimbombancias para enfocarse en lo cotidiano, desde el lenguaje que se utiliza hasta en las situaciones descritas.