Llevamos 20 años gastando este siglo y es sorprendente como las reflexiones desarrolladas por Zizek en este libro a manera de inauguración del siglo XXI pueden resultar tan cercanas y tan lejanas en el peor de los sentidos.
La guerra en Siria continua y Estados Unidos no se ha movido un ápice en su idea de propagar una "guerra contra el terrorismo" que le permite tomar todo tipo de acciones violentas sin culpas, como hacer una guerra pero en vez de declararla decir que se está haciendo labor humanitaria. A Bush le querían dar el Nobel de la Paz. La izquierda liberal sigue sin tener ningún tipo de injerencia en el panorámica político mundial, la democracia liberal sigue demostrando su fracaso.
En momentos en los que la guerra comercial con China se desarrolla a una velocidad incontrolable, es momento de regresar a algunos viejos augurios que este gordo cinéfilo predijo aun sin proponérselo en una nueva etapa de la historia.
El libro sigue siendo tan actual y pertinente como en su fecha de publicación al español: 2005; lo cual solo puede significar una cosa: vivimos un siglo muy viejo, estancado.
Humor, sexo (lacaniano) y atentados terroristas: todo lo que una buena película debe contener.
Recomendación: léelo con un cuaderno de notas a la mano.