Desde las junglas húmedas de Costa Rica hasta el fétido entorno de las zonas rebeldes del sur de Sudán, Carl Zimmer nos guía a través de un viaje por el universo de los parásitos, un mundo en el que habitamos sin ser conscientes. Nos descubre que no solo son las formas de vida más exitosas de la Tierra, sino que favorecen el desarrollo del sexo, dan forma a los ecosistemas y son el motor de la evolución. Zimmer muestra cuánto han evolucionado estos organismos y describe la aterradora facilidad con que pueden devorar a sus hospedadores e incluso controlar su conducta, como el siniestro Sacculina carcini, que se establece en un desafortunado cangrejo y devora todo menos aquello que su anfitrión necesita para llevarse comida a la boca, que será consumida por él; o la criatura unicelular Toxoplasma gondii, que puede invadir el cerebro humano e influir en su conducta para asegurarse su supervivencia.
Para Zimmer, la humanidad en sí misma es una nueva clase de parásito que se aprovecha de todo el planeta. Por tanto, si vamos a alcanzar toda la sofisticación que caracteriza a estas formas de vida, si vamos a fomentar el florecimiento de la vida en toda su diversidad tal como hacen ellos, debemos aprender cómo convive la naturaleza consigo misma, entender las leyes que rigen el extraño mundo de las criaturas más peligrosas de la naturaleza.