Esta obra reúne diez ensayos escritos entre 1901 y 1914 en los que el tema común es el interés por establecer con rigor las fronteras entre las diferentes formas de conocimiento, los problemas particulares de la filosofía y la naturaleza última de la materia. Aquí se pone de manifiesto la capacidad de Russell para hacer interesantes temas que generalmente quedan reducidos al ámbito de los especialistas, y que en buena medida procede de su ironía y de su sentido del humor.