La mente más allá de la muerte

Contamos con el conocimiento y la experiencia que han florecido como realización; por lo tanto, podemos manejar cualquier circunstancia.

medida que encaramos los desafíos de esta vida y los desafíos inminentes de los bardos que vienen, ¿cómo nos ayuda llevar a cabo el proceso de las tres etapas de estudio, contemplación y meditación? Aplicándonos a estos tres, adquirimos las habilidades para estabilizar nuestra mente y desarrollamos una verdadera comprensión de la forma en que nuestra mente funciona.

El bardo de esta vida no dura para siempre. Sabemos que, como un huésped en un hotel, nuestra mente solo está resguardada de manera temporal en este cuerpo.

La meditación del yoga de la deidad es una forma de transformar nuestro aferramiento habitual a nosotros mismos como seres ordinarios y confusos en la confianza, u orgullo, en nuestra propia naturaleza básica completamente despierta, que existe en la forma del buda último, o la deidad última.

poder de tal atención plena y esa capacidad de darte cuenta tienen un efecto fuerte sobre tu experiencia del bardo de la agonía y de los bardos posteriores a la muerte. De esta forma, la práctica constante es una clave para trabajar con los últimos tres bardos: el bardo doloroso de la agonía, el bardo luminoso de dharmata y el bardo kármico del devenir.

al enfocarnos en un objeto externo, la claridad de nuestra mente es más patente y marcada; se vuelve brillante y vívida.

El cuarto preliminar no común es el yoga del guru, que es un método para aumentar y acentuar nuestra devoción y nuestro respeto.

en esta práctica, visualizamos el universo completo y lo llenamos con ofrendas para los objetos de refugio; así, la ofrenda del mandala es la práctica de soltar.

Vajrasattva es la primera y más importante de todas las prácticas para entrenar y purificar el propio flujo mental. Se conoce como el rey de las prácticas de purificación. La purificación es el proceso tanto de exponer los defectos o impurezas de la mente como de descubrir su verdadera naturaleza, la sabiduría clara, transparente e inherente de nuestra mente.

as Tres Raíces: 1) la raíz de las bendiciones, el mandala del guru; 2) la raíz de los logros, el mandala del yidam o la deidad, y 3) la raíz de las actividades, el mandala de la dakini, que incluye a dakas, dakinis y dharmapalas, o protectores. Cuando tomamos el refugio séxtuple, en realidad estamos entrando en el camino del Buddhadharma, en general, y en el del Vajrayana en particular. Las seis raíces son las figuras primordiales que se muestran en las pinturas del «árbol de refugio», que representa simbólicamente las cualidades de la iluminación: la sabiduría, la gentileza amorosa, la compasión y la actividad de enseñanza del Dharma que llevará a todos los seres al estado de liberación.