De la misma manera nos adentramos en todas las emociones perturbadoras que se nos presentan. Vemos directamente lo que haya ahí en cualquier momento de conciencia, sin etiquetarlo o alterarlo. Es importante experimentar la textura de la agresión, de la pasión, de los celos en su estado natural crudo. ¿Cómo se siente? ¿Cómo sabe? En general no aprehendemos plenamente tales experiencias. Más bien, justo cuando estamos empezando a experimentarlas, huimos o bien las convertimos en algo más por completo, a través de los conceptos y los pensamientos. Como resultado, perdemos la plenitud, la totalidad de la experiencia.