«El argentino, salvo excepciones, mientras ejerce de argentino, siempre fracasa (…) Por eso el argentino sólo triunfa de verdad una vez que se ha reintegrado metafórica o efectivamente a una de las patrias de las que procede. Pues la argentinidad exitosa no puede realizarse enteramente desde Argentina. Y por eso Argentina, para salir de su estado actual de postración, tendrá que desargentinizarse, con todo lo que eso implica: la refundación, un proyecto para todos, de medianías, sin extravagancias ni mitos.»
José Tono Martínez repasa en La venganza del gallego sus cuatro intensos años de trabajo en la Argentina, al frente del Instituto de Cooperación Internacional, organismo dependiente del Estado español. A lo largo de las páginas de este libro, el autor manifiesta un reconocimiento agradecido al trato que recibió por parte del público argentino, pero a la vez expresa una crítica corrosiva contra los sectores reaccionarios, tanto de la Argentina como de España.