Si todo lo que me relató la abuela se lo contara yo a mi padre, ¿él reconocería que es su vida lo que he descubierto después de quitar una tras otra las finas cubiertas de su dolor? Y yo, ¿podré aceptar que no hay respuesta para mi pregunta? Que si mi padre bebía con tal desesperación quizás no era por algo en particular, tal vez no existe un principio de todas las cosas, no hay génesis, sólo trampas a las que es necesario entregarse, y a eso le vamos llamando vida a lo largo y ancho de los años. Vida: el hastío de un empleo de contador, la responsabilidad de una familia, la tragedia del hijo pequeño. Yo podía elegir cualquier causa aparente y decir: a esto se debe que mi padre bebiera. ¿Importaría si es verdad o no?