Una novela sobre la muerte que defiende la alegría de vivir
En clase, Yamashita es el gordinflón, Kiyama es tan larguirucho que le llaman «espárrago» y Kawabe, el raro que cada vez que habla de su padre se inventa una profesión distinta. Los tres tienen doce años y una vida normal… hasta que la abuela de Yamashita muere. Entonces experimentan una súbita curiosidad por la muerte: ¿qué pasará después?, ¿qué expresión se le quedará a uno al morir?, ¿existirán los espíritus?
En busca de respuestas, deciden espiar a un anciano que vive cerca del colegio porque han oído comentar a un adulto que morirá pronto. Sólo es cuestión de organizarse para no perderle de vista. Y de que él no se dé cuenta, claro.
Nada más publicarse en Japón, esta cálida y divertida novela se convirtió en un éxito fulminante: se tradujo a 14 idiomas, el director Shinji Somai la llevó al cine, obtuvo el premio JAWC al nuevo talento y en Estados Unidos ganó otros dos premios: el Boston Globe-Horn Book y el Mildred L. Batchelder.