asunto que esté esperándonos.
Además de lanzarnos de lleno a nuestra semana, hay otras cosas que tienden a interponerse en la planeación, incluyendo una mentalidad negativa. Quizás, una de las siguientes ideas te habrá detenido:
No tienes tiempo para eso. Crees que estás tan ocupado que lo harás después, pero ese después nunca llega.
No lo necesitas. Tienes la idea errada de que tú eres la excepción y no necesitas un plan de juego para la semana. ¡Mira lo rápido que pasa el tiempo!
Estás por encima de eso. Es un error pensar que un plan semanal es para principiantes y que alguien en tu posición no necesita de él.
Ya lo sabes. Tienes la idea de que ya sabes lo que necesitas hacer, así que no le ves ningún beneficio a planear tus actividades.
No quieres rendir cuentas. Para algunos, trabajar a partir de un plan semanal escrito les crea cierto nivel de incomodidad porque siempre les recuerda cuándo no están haciendo lo que saben que deberían estar haciendo