El insomnio era un gran misterio. A priori, ¿qué sufrimiento había en permanecer en una cama confortable, incluso sin dormir? ¿Por qué nos convertía en víctima propicia de pensamientos atroces? La explicación era la siguiente: el insomnio consistía en un prolongado encarcelamiento con tu peor enemigo, que no es sino la parte maldita de ti mismo. No todo el mundo la tiene: así que no todo el mundo sabía lo que era el insomnio.