Unos muchachos buscan venganza, juegan a la guerra, crían perros de pelea y, en medio de este entorno hostil, exploran una ambigua sexualidad. Ñaña será el escenario que cobijará a estos seres llenos de rabia y que solo pueden expresarse mediante la violencia. Justamente esta será la clave para entender un libro plagado de escenas feroces y que incomoda al lector por la cruda descripción del más cruel de los mundos: el de los niños que van convirtiéndose en adolescentes. Escrito con un lenguaje sutil y trepidante, Los Buguis retrata con solvencia la furia de una sociedad marginalizada.
Dos cosas podrían resumir a Joe Iljimae (Lima, 1991): la literatura y los deportes extremos. La imbricación de ambos universos nace durante su adolescencia, cuando practicaba skateboarding y leía en sus descansos a Reynoso y a Petrus Borel. Periodista accidental y gestor de contenidos web. No puede dormir en los aviones. Estudió en un colegio adventista, situación que lo obligó a forjar una mirada indisciplinaría y disidente frente al mundo. Contaminado por las series de televisión, los juegos de video y la ciencia ficción, descubrió que no existen paraísos perdidos. De alguna manera se las arregla para seguir viendo los X-Games y para pasear en motocicleta por las periferias. Su epitafio dirá: “voy y vuelvo”.