mi abuela, que en paz descanse, tampoco le gustaba que yo siguiera en el colegio, y siempre le estaba diciendo a mi madre: «Tu hija no tiene aptitudes. Cuando la cases, te la devolverán al cabo de un mes.» Y a mi padre: «¿Por qué sigues gastando dinero en esa niña? Las niñas son inútiles. Pertenecen a otro. Trabajas mucho, gastas mucho en ella, y al final tendrás que pagar mucho más para entregársela a otro hombre.»