Que no sepa nada de mí, que Siddhartha se haya mantenido como un extraño y un desconocido para mí, se deriva de una única causa: tenía miedo de mí, ¡estaba huyendo de mí! Busqué el Atman, busqué al brahmán, estaba dispuesto a diseccionarme y a quitarme todas las capas para encontrar el núcleo de todas en un interior desconocido, el Atman, la vida, la parte divina, la última parte. Pero me he perdido en el proceso.