Date permiso para cuidar bien de ti mientras aprendes a superar los celos y otros sentimientos complicados. Aprende a cuidarte. ¿Qué cosas encuentras reconfortantes? Concédetelas. ¿Un chocolate caliente? ¿Una toalla caliente después de un largo baño? ¿Una larga sesión con tu película favorita o con un videojuego? ¿Tu oso de peluche favorito? El autocuidado efectivo suele darse en el marco de la percepción corporal, por lo que las experiencias físicas —masajes, baños calientes, cremas corporales, pijamas de franela— pueden dar la sensación de consuelo y seguridad incluso cuando tu mente está preocupada y tus pensamientos hechos un lío. Date permiso para cuidarte lo mejor posible