He tenido que decir adiós
mientras me llueve por dentro.
Me he tenido que guardar
muchas veces lo que siento.
He tenido que sonreír
para que no me hagan preguntas.
He tenido que callar
mientras me grita la duda.
Sin embargo, aquí sigo.
Cuesta mantenerse en pie,
cuesta confiar en uno mismo,
pero yo soy de esos que,
en medio de huracanes,
avalanchas y granizos,
no pierden el equilibrio.
He luchado tanto
por seguir en este camino
que, la verdad,
no me permito darme
por vencido.