Duele reconocer que aquel amor
que un día se enamoró
de todo lo que eras,
hoy te lo reproche
y te llene de tristeza.
No busques más razones tontas
para quedarte,
sabes muy bien
que tienes que marcharte.
No, no es nada fácil;
te va a doler hasta la vida.
Confía en el tiempo,
será tu mejor medicina