Manuel Tran-Beltrán es hijo de una mujer mapuche violada por un terrateniente vasco a orillas del lago Lanalhue. Durante quince años vive en el campo entre dos realidades: por un lado su madre que no puede criarlo y que debe contentarse con verlo crecer desde lejos y, por otro, su padre que no lo reconoce legalmente como hijo pero que lo hace educar con miras a que se convierta en uno de sus capataces. Durante el proceso de la Unidad Popular, el fundo es tomado por la madre y sus compañeros mapuche. El niño, con sangre de dos colores en las venas, siente que no forma parte de ese conflicto y se echa al camino dejando atrás el fundo y su historia. Convertido en un trashumante, Manuel Tran-Beltrán inicia un largo periplo hacia la capital de Chile para abrirse un espacio en el mundo: si hay un futuro tendrá que inventárselo y se promete a sí mismo que nadie le impedirá cumplir su voluntad.