Que novela tan fascinante es “Los chicos” de Toni Sala. Una historia truculenta que parte de un fatal accidente de coche que se lleva la vida de dos muchachos que son originarios de una pequeña población llamada Vidreres cerca de Barcelona, España. Una población sencilla de gente que se dedica a sus tierras, y que con la muerte de Jaume y Xavi ahora se quedan estupefactos ante algo que no esperaban, y que les plantea más dudas ante la inevitabilidad de lo que ya no podrá nunca ser. Y entre la historia que se nos cuenta también se nos presentan otros personajes que de alguna manera se entrelazan con la tragedia.
Ernest, un hombre de mediana edad, empleado de banco que está insatisfecho con su vida ya que siente que nunca logró nada. Miqui un camionero violento y resentido contra su padre y la sociedad que siente se aprovecha de él. Iona la novia de uno de los chicos muertos y que
No sabe como procesar su duelo y pérdida y Nil un chico con una personalidad oscura, retorcida y que gusta de torturar animales. Todos ellos conforman esta novela que aunque de principio no me convencía, me deja al final satisfecha y con mucho para seguir pensando.