En consecuencia, Frederica se quedó a vivir con sus tíos hasta que llegara el momento en que se pudiera hablar con Reginald de Courcy, adularle y lograr con astucia que le tomara afecto, lo cual, contando el tiempo necesario para que superara su apego a su madre, su negativa a una futura relación y su aversión al sexo, podría tardar razonablemente unos doce meses. En general, tres meses habrían sido suficientes, pero los sentimientos de Reginald no eran menos duraderos que fuertes