Comedia sin titulo. Un director de teatro decide hacer una comedia al uso en una época de crisis, pero el autor irrumpe en escena y desde el principio anuncia al espectador de la sala que no habrá comedia. Ni siquiera va a haber teatro, porque ¿cómo vamos a hacer teatro con el hambre que hay en el mundo?
Dialogos. De entre los diversos libros de poesía que Federico García Lorca había anunciado a lo largo de su vida, muchos se quedaban todavía sin publicar en el verano de 1936. Algunos saldrían a la luz póstumamente, como por ejemplo Poeta en Nueva York y Diván del Tamarit (ambos en 1940), mientras que otros, inconclusos o “aparcados” por el poeta –Suites, Odas, Poemas en prosa, Sonetos–, seguirían inéditos. Inevitablemente, estas últimas colecciones, medio plasmadas, se han consignado a la penumbra, cenicientas al lado de los poemarios archiconocidos como Romancero gitano o Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. Pero esta visión, esta configuración, de la obra lorquiana es falsa, o por lo menos tiende a falsificar o distorsionarla, reduciéndola a sólo una porción de su totalidad.
Granada guarda en sus paisajes y rincones los escenarios de la vida y obra de Federico García Lorca, escenarios que inspiraron al autor a escribir, entre otros, estos escritos.