Mi único camarada y hermano, mi otro varón de la casa es Spats, el gato.
Y helo aquí. Spats es un tipo bastante decente, uno diría. Menudo e increíblemente «guapo», al decir de Elena. Cuando la acuso de mimarlo, dice: «Si eres así de guapo, no puedes evitar que te mime todo el mundo.» Volveremos sobre el tema del físico: un ámbito humano profundamente misterioso e irritante.
Aquí viene... ¿Se ha percatado de lo investidos de derechos que parecen los gatos? Con derechos, y tranquilamente autosuficientes. Esa es la diferencia principal entre los gatos y los perros. Eso, y el hecho de que los gatos son silenciosos.
¡Oh, muchísimas gracias, Spats!