Un libro desgarrador a la altura de si, esto es un hombre de Levi. La autora fue prisionera judía en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, creado por los nazis para llevar a cabo el exterminio de 11 millones de judíos que vivían en Europa, a principios de los años 40.Es una narrativa cruda y cruel, desgarradora hasta la médula, que hace preguntarse al lector, Qué somos, ángeles o demonios? Y caer en consideraciones de que si somos hechos a imagen y semejanza de Dios, qué ocurrió con la bondad del ser humano, con respecto a sus semejantes? Olga Lengyel pudo salvarse de las cámaras de gas posiblemente por la acción misma de Dios o de algún ángel guardián, debido a la extrema crueldad de los nazis. Vio como familias enteras eran separadas, mujeres dignas prostituidas o lanzadas al lesbianismo; judíos correctos traicionando a su propia raza en servicio de los nazis y luego ser asesinados por éstos finalmente. Resulta revelador que, en los campos de exterminio, los guardias letones (originarios de Letonia, república del Báltico) y los ucranianos, eran más crueles que los mismos amos alemanes. Describe a dos personajes reales, cómplices del demonio por su maldad: la bella alemana Irma Grese (quien gustaba echar sus perros a los prisioneros), y el comandante de Auschwitz, Josef Kramer, conocido como la Bestia de Belzen (otro campo donde actuó con toda su fiereza). Los Hornos de Hitler es un libro que anuncia los márgenes inconcebibles a los que puede llegar el ser humano si tienen una ligera oportunidad de hacerlo.