A través de los años se ha destacado la idea de que los libros fueron vehículos del cambio intelectual. Es así que los libros fungen como vehículos de difusión en el proceso de secularización, a la vez que indican la pérdida del monopolio de la religión en la cultura y en la construcción del conocimiento y en la formación de subjetividades secularizadas.
En esta obra, Melchor Campos García hace un recorrido de la historia del libro en su llegada a puertos yucatecos, la oferta y demanda de títulos en el mercado de Mérida y Campeche a partir de la publicidad de los anunciantes particulares, casas mercantiles y oficinas de imprentas. Además, evalúa el acceso a la lectura en bibliotecas públicas y la posesión de libros de autores españoles y extranjeros entre las clases políticas, elites culturales y grupos dominantes de Mérida y Campeche, destacando la biblioteca del malogrado juez Pedro Elizalde y Escudero. De esta forma el autor logra caracterizar el proceso de secularización que acompaña a las lecturas en tierras yucatecas.