Mientras el infame pintor Yoshihide realiza un biombo infernal, tienen lugar una serie de sucesos inexplicables. Este relato sigue uno de los principales estilos de Akutagawa: la actualización de cuentos antiguos para reflejar la psicología moderna.
Akutagawa da nombre a uno de los premios literarios más importantes de Japón, pero además es un autor irreductible al tiempo, cuya obra no solo se enseña en los colegios e institutos nipones como lectura obligatoria, sino que además no deja de interesar a lectores adultos.