Nebrija y Cisneros: gramática y humanismo | Francisco de Vitoria y la escuela de Salamanca | La utopía posible: Vasco de Quiroga y el Colegio Imperial de Tlatelolco | De imperio a nación: la Constitución de Cádiz | Francisco Giner de los Ríos y la libertad de cátedra
La «leyenda negra» sigue pesando sobre España. No solamente fuera de sus fronteras —tanto en los países donde se inventó, sus rivales, como en los que fueron virreinatos de la antigua Monarquía Hispánica—, sino también dentro, revelando un país incapaz de reconciliarse con su historia. Un relato maniqueo oscurece, así, grandes logros para el mundo.
El volumen arranca con Nebrija, que apuesta por el conocimiento del mundo clásico, y con Cisneros, otro titán de la época. Continúa con Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, precursora de los derechos humanos y responsable de que la población indígena de la América española sobreviviera y fuera evangelizada bajo la idea irrebatible de que todos somos iguales a los ojos de Dios. La utopía de los franciscanos en la Nueva España tiene dos ejemplos concretos: la fundación de una universidad para indígenas en Tlatelolco y el empeño de Vasco de Quiroga de llevar a la realidad las ideas de Tomás Moro. Prosigue con la Constitución de Cádiz, primer código legal garantista del orbe hispano, y cierra con Francisco Giner de los Ríos, que promovió la libertad de cátedra en la universidad, contra la censura y los dogmas, como paso indispensable para la libertad del conocimiento.